Una identidad falsa y un conjunto de creencias limitantes.
Una cosa evidente entre nuestra especie en estos tiempos turbulentos es la falta de unidad, incluso en presencia de una amenaza o enemigo común. No hemos podido responder adecuadamente al acto de sumisión forzado más coercitivo y cruel de nuestra civilización que se nos ha dado hasta la fecha. Nuestra especie parece haber aceptado, incorporado y defendido una identidad falsa y un conjunto de creencias limitantes que no son inherentes a nosotros y que conducen al sufrimiento, la enfermedad y en el estado actual en que nos encontramos. En mi humilde opinión, este es uno de los muchos factores que nos influyen, que nos frenan como especie y uno de los obstáculos que enfrentamos actualmente. La conocida fórmula “divide y vencerás” se nos ha aplicado y vuelto a aplicar miles y miles de veces, distorsionando nuestra autorreflexión y la de nuestra existencia compartida. Podría hablar sobre algunas de las ideologías modernas que nos están afectando, como el ateísmo, el racismo, el ambientalismo, etc., pero en esta publicación me gustaría centrarme en el tema de los hombres y las mujeres. Fíjense que no dije feminismo o sexismo. La razón de esto, como se me señaló recientemente en una reunión, es enfocarnos en las similitudes en lugar de las diferencias entre nosotros. Somos más parecidos que diferentes. Ya es hora de que empecemos a reconocer esto y desacreditar este mito que separa a hombres y mujeres.
Los hombres son de Marte y las mujeres de Venus.
¿Cuántas veces hemos escuchado que los hombres son de Marte y las mujeres de Venus? Estoy seguro de que la mayoría de nosotros hemos escuchado el título de este libro en algún momento de nuestras vidas, incluso si no lo hemos leído. Me atrevería a decir que se ha convertido en un eslogan aceptado dentro de nuestro marco mental colectivo. Entonces, sin entrar en la mitología clásica profunda, ¿podemos resumirlo como ¿los hombres están hechos de guerra y las mujeres están hechas de amor? Este concepto va muy bien con la narrativa dominante de un heteropatriarca perturbado que está empeñado en la sumisión completa de las mujeres y la destrucción de nuestra tierra. Este arquetipo ha sido y sigue siendo impuesto sobre los hombres en la era moderna. Crecí en un sistema matriarcal; mi abuela era una de cinco hermanas, todas fuertes matriarcas. Como no tuve contacto con el linaje de mi padre hasta mucho más tarde en la vida, crecí creyendo que los hombres eran violentos y tenían otras cualidades indeseables que no me gustaban. Puedes imaginar que como hombre, eso creó una disonancia dentro de mí, ya que no me relacionaba con ese arquetipo en particular ni con los otros disponibles. Ahora que tengo más conocimiento y madurez, lo entiendo mejor y estoy agradecido con el Universo por ayudarme a sanarlo. Ciertamente hay trauma en nuestra sociedad, y parece que algunos hombres, así como algunas mujeres, están perpetrando abusos, y esto se ha vuelto algo sistémico. Para empeorar las cosas, la propaganda dominante y las mismas instituciones construidas para facilitar el cambio en estas áreas se enfocan en estos mismos temas de una manera que solo sirve a una narrativa de separación y odio entre nuestra especie, lo que en última instancia empeora las cosas.
Somos una especia traumatizada mas que violenta por naturaleza.
Contrariamente a la creencia popular, el abuso infantil proviene de todas las direcciones y no es únicamente dominio de los hombres. Permítanme decir que somos una especie maltratada y que ya hemos normalizado cierto nivel de abuso en nuestras sociedades. No es la primera ni la última vez que menciono esto. Como he mencionado en una publicación anterior los horrores de los protocolos de parto de la industria médica y lo dramático y dañino que pueden llegar a ser para una vida humana recién nacida, y eso sin mencionar las sustancias tóxicas que les quieren inyectar. La mayoría de las sociedades del mundo están en contra de la mutilación genital femenina pero extrañamente han normalizado la circuncisión masculina. Realmente nunca había pensado en ello, ya que no estoy circuncidado, pero recientemente me señalaron que la circuncisión masculina es el primer acto de trauma sexual que sufren muchos hombres. Ahora se sabe que cuando se circuncida a un bebé varón, se desmaya por el dolor; no se duerme como se pensaba anteriormente. Además, como si eso no fuera suficiente, todas las terminaciones nerviosas que se encuentran en el prepucio cortado restringen la oportunidad de futuras sensaciones, por decir lo menos. Entonces, estas son simplemente formas de señalar hacia el tipo de abuso sistémico con el que hemos estado lidiando como especie. Estoy seguro de que todos somos conscientes de que hay mucho mas y que, en general, no se está abordando. Los estudios indican que las víctimas de abuso repetido eventualmente se convierten en perpetradores de abuso con el paso del tiempo si no curan esas heridas ellos mismos. Nuestra esencia siendo Amor, en mi opnion diría que somos una especia traumatizada mas que violenta por naturaleza.
¿Qué dice la biología con respecto a los hombres y las mujeres?
¿Qué dice la biología con respecto a los hombres y las mujeres? Al contrario de lo que podrían hacerle pensar, parece ser científicamente aceptado que somos genéticamente similares en un noventa y ocho por ciento. Esa es una tasa abismalmente alta de similitudes. A mí me suena más a lo mismo que a lo diferente. Tanto hombres como mujeres tienen diferentes tipos de ciclos dentro de sus sistemas biológicos, hormonales, etc., aunque no tan evidentes en los hombres. Las aparentes diferencias se manifiestan externamente en nuestro mundo material como los sexos masculino y femenino. Soy consciente de que el uno por ciento de la población nace intersexual, pero esto no tiene relación con el tema de esta publicación. Si deseas profundizar en las diferencias entre los genitales masculinos y femeninos, descubrirá que, en realidad, estructuralmente, también hay más similitudes que diferencias. No confíes en mi palabra; la información está para quién desee profundizar; sólo tienes que encontrarlo por ti mismo. Creo que la mayoría de nosotros nos hemos dado cuenta de que nuestros órganos sexuales son más complementarios que fuerzas opuestas. No solo se pueden usar para procrear, sino que también se pueden usar para darnos placer, manifestar nuestro amor e incluso sanar y crecer espiritualmente.
la mayoría de las personas no parece importarles arrojar mucha luz sobre el reino subconsciente.
Tanto el principio femenino como el masculino existen en todas las cosas y se manifiestan de una forma u otra. En relación a nuestra especie, es decir, los hombres tienen una cualidad interior femenina, mientras que las mujeres tienen una cualidad interior masculina. Esto se ha ejemplificado en el símbolo tradicional que se ha reconocido a lo largo de nuestra historia moderna, el Ying Yang. Hay dos polos energéticos aparentemente diferentes, y dentro de cada uno de ellos se encuentra una esfera de la fuerza opuesta. Dentro del Marco de la Mente Humana, los principios masculino y femenino también representan las mentes consciente y subconsciente, respectivamente. La norma en la sociedad es estar familiarizado y relacionarse con la vida a través de nuestra mente y pensamientos conscientes. A menos que te interese, ya sea por indagación personal o por vocación profesional, a la mayoría de las personas no parece importarles arrojar mucha luz sobre el reino subconsciente. La mente subconsciente está directamente conectada con el cuerpo y todos los procesos internos que regula. La mayor parte de nuestra comprensión de estos conceptos proviene tradicionalmente de Asia, aunque no exclusivamente, a través del yoga, el tantra, el taoísmo, el budismo tibetano, el gnosticismo y el chamanismo. Un tema en el que coinciden todas estas tradiciones es la reconciliación de estas dos fuerzas universales de la naturaleza. ¿Por qué querrían reconciliarse alguna vez? Bueno, en pocas palabras, conduce a la creación de un ser humano más sano y equilibrado.
El territorio desconocido
La esencia de lo que se requiere en el desarrollo de un Ser Humano equilibrado es que haya un relacionamiento desde la autenticidad en todos los niveles entre hombres y mujeres basado en el respeto, la confianza y el Amor. Sin estas cualidades, sin Amor, corremos el riesgo de perderlo todo: nuestra humanidad y nuestro lugar en esta tierra. ¿Y si dijera que el amor es un estado del Ser? ¿Y si dijera que es nuestra verdadera naturaleza?. Es nuestra herencia, lo que nos hace Seres Humanos y está atestiguada en este mundo por el reconocimiento de nuestra esencia a partir de la comprensión de nuestro propio sufrimiento, dolor y tristeza, combinado con una fe inquebrantable en algo más grande que nosotros mismos. Por la gracia, esta realización conduce a una auténtica trascendencia de todo lo que no somos a lo que verdaderamente somos. En esencia, todos somos uno; todos estamos interconectados a través de nuestra propia esencia, y aunque esta conexión parezca perdida, solo espera ser reconocida una vez mas dentro de todos y cada uno de nosotros. Es lo que nos hace seres sintientes; esta conexión es de naturaleza telepática, haciéndonos responsables de nuestros pensamientos y emociones más guardados en relación con todo y cualquier cosa. La reconciliación de estas dos fuerzas antagónicas nos llevan hacia lo que algunos llaman iluminación o la mente Superconsciente, nuestra conexión con lo que es divino dentro de nuestros cuerpos y más allá del universo, se alcanza mediante la transcendencia de la dualidad que ejercen estas dos Fuerzas Universales que están encarnadas por hombres y mujeres en este plano de existencia. Un estado dichoso y pacífico, un estado de interconexión con la existencia, que está más allá de los conceptos y las palabras, siendo el Amor el concepto más cercano que tiene la humanidad. Este es el territorio desconocido para la Humanidad en la actualidad y nuestro derecho.
Todos somos uno.
Hare Om Tat Sat